Bienvenidos a nuestros paseos-

"Este blog pretende ser el mosaico en el cual se plasmen, en imágenes, esos momenticos de los que intentamos disfrutar cada semana siempre y cuando las obligaciones familiares nos lo permitan. No buscamos grandes hitos, ni grandes hazañas, lo único que perseguimos es disfrutar, unas horas a la semana, de los regalos que nos proporciona la madre naturaleza. Esto nos sirve para cargar las pilas para comenzar una nueva semana. ¿Qué mas podemos pedir?"
Esperemos que os gusten las imágenes que recogemos en nuestros paseos y si os animáis a hacer alguno de ellos, encontraréis, en cada reportaje un enlace que os llevará a la ruta que previamente hemos descargado en Wikiloc.

jueves, 28 de agosto de 2014

Garmo Negro (3.064 metros) desde el Balneario de Panticosa.

Duración.- 8 horas y 50 minutos.
Desnivel acumulado.- 1.457 metros.

Hacía tiempo que teníamos pensado acudir a tierras oscenses, y más concretamente al valle de Tena,  para ascender uno de los típicos montes cuyas alturas superan los tres mil metros, el monte Garmo Negro. Esta montaña, junto con el Argualas, Algas y los Infiernos, nos permiten realizar su ascensión en una jornada montañera de no excesivo tiempo. La ascensión carece de dificultades técnicas, pero si es necesario tener una buena preparación física ya que se salvan 1.400 metros de desnivel en apenas 5 kilómetros de ascensión.

El ascenso, en su parte inferior, discurre entre bosque de pino negro para cambiar radicalmente, una vez superada la majada alta, y convertirse en una pedreguera en la cual hay que estar atento para evitar caídas. Esto. obviamente, no ocurre en invierno ya que todo el terreno esta tapado por un tupido manto de nieve.

Desde la cima, en un día despejado, las vistas son espectaculares. Desde ella se puede alcanzar a ver montes tan emblemáticos como el Midi, el Vignemale, el Balaitus, Monte Perdido, el Anayet y todos los del Pirineo Occidental como el Bisaruin, Castillo de Acher, etc... Más cercanos podremos contemplar al detalle a los Infiernos.

Por último comentar, según fuentes consultadas, que esta montaña fue de la primera que se tiene constancia documentada en ser ascendida de todas las que superan los tres mil metros en territorio nacional. Fue el 23 de junio de 1.876 recayendo ese honor en el conde Henry Russell y en el cazador de sarrios local Pablo Bello.






Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado en el Balneario de Panticosa y nos disponemos a ascender al pico que tenemos 1.500 metros sobre nuestras cabezas, en el centro de la fotografia,   al que llaman Garmo Negro.
Así que echamos un vistazo al ibón del Balneario antes de empezar la ascensión.
Nada más comenzar el paseo podremos contemplar la espectacular cascada de Argualas. Se trata de un arroyo que baja desde el pico del mismo nombre y que es alimentado por el agua proviniente de los ibones llamados Azules, Pecico o Bachmaña.
La primera parte de ascenso discurre en continuos zig zags que discurren entre pino negro. Al comienzo de esta primera parte...
... nos encontramos con este edificio...
... que guarda en su interior la Fuente de la Laguna. De esta fuente, conocida ya en el S.XVIII, manan aguas de propiedades minero-medicinales al ser aguas nitrogenadas y sulfurosas especialmente indicadas para afecciones renales, respiratorias, digestivas, cutáneas, reumáticas y nerviosas. 
Al cabo de una media hora andando alcanzamos los terrenos de la llamada Majada Baja de Argualas. Como curiosidad diremos que a esta zona descienden dos ríos, uno por la izquierda que viene de Argualas y otro por la derecha del barranco de Arnales.
En este punto seguimos por la derecha introduciéndonos en este pequeño bosque de pino negro...
... mientras contemplamos estas vistas.
En el camino observamos numerosas plantas llamadas Aconitos. El Aconito es una planta herbácea perenne que brota en zonas montañosas. Es una planta extremadamente tóxica ya que contiene un potente alcaloide llamado aconitia. Un miligramo de aconitia puedes ser mortal para una persona adulta de 80 kg de peso.
Aguas del barranco de Arnales.
Vistas del Garmo Negro desde la Majada alta de Argualas. Estamos a 2.200 metros de altura...
... y ahora el terreno se complica cada vez más...
... a la vez que el terreno pica hacia arriba...
... por un terreno de roca suelta que ralentiza aún más si cabe la marcha...
... debido a lo sinuoso de su trazado.
Las últimas que vimos.
Una vez que hemos llegado al collado de Pondiellos, giramos en dirección al collado que separa al pico Garmo Negro del Argualas y Algas.
Detalle de la importante erosión que experimentan las rocas de esta zona...
... producida por los diferentes elementos erosivos como el agua, nieve, hielo, etc...
Cima vista desde abajo...
... mientras pasamos en diagonal, en ascenso, que nos llevará al collado.
Detalle.
Detalle del terreno por el que ascendemos entre piedra suelta...
... y pequeños neveros que aún perduran en la época del año en la que nos encontramos. Este circo nos presenta varias alternativas a la hora de elegir la ascensión al Argualas, al Algas o al Garmo Negro.
Descanso antes de...
... afrontar los últimos metros en zig zag...
... para llegar a las proximidades de la cresta aérea...
... desde la cual divisamos la cima.
Después del último esfuerzo llegamos al cairn cimero.
Pico de los Infiernos con su marmolera tan característica.
Midi.
Pico Algas.
Argualas.
Mirada.
Vignemale con los dientes de Batanes y justo delante la peña de Xuans.
No nos cansamos de ver semejantes vistas.
Los Infiernos con los ibones de Pondiellos.
Macizo de Balaitus.
Las vistas en el día de hoy son espléndidas.
Mirada hacia el Vignemale con la aguja de Pondiellos debajo nuestra en primer plano.
Desde ahí abajo hemos subido.
Fotos desde la cima.
Panorámica.
Panorámica hacia los Infiernos.
Panorámica hacia el Vignemale.
Mirada hacia el Bisaurin.
Zoom al Balaitus.
Zoon al Vignemale.
Zoom hacia el macizo Tres Soreses en cuyo interior está enclavado el Monte Perdido que hoy esta tapado por las nubes.
En primer plano la punta triangular del Anayet, detrás el Bisaurin.
Una vez repuestos del cansancio y de haber sacado las pertinentes fotografías desde arriba, emprendemos un descenso...
... algo incómodo por la orografía y sobre todo por la composición del suelo por el que bajamos...
... siempre teniendo como punto de referencia el ibón del balneario...
... y la cima del monte que acabamos de subir.
Últimos metros antes de llegar...
... a las riberas del ibón que nos anuncia que el paseo ha terminado.